Primero, quiero agradecerles por tomarse el tiempo de leerme y compartir sus comentarios sobre este newsletter. Siempre había soñado con tener un espacio para expresar mis ideas, pero nunca me había atrevido porque escribir no es algo que considero una de mis fortalezas.
Sin embargo, este año decidí que era momento de intentarlo, inspirada por un episodio del podcast Se Regalan Dudas. Una de las chicas dijo algo que se quedó conmigo:
“Este es el año que no voy a dejar de hacer las cosas que quiero hacer. Simplemente lo haré y ya veremos.”
Así que hice lo mismo. Empecé a escribir. Personas que nunca pensé que leerían mi newsletter, me escribieron para contarme sus reflexiones y eso me alegra mucho. Me di cuenta de que, aunque solo una persona encuentre algo útil o inspirador en cada newsletter, ya vale completamente la pena.
Lecciones de Este Año
Este año aprendí varias cosas que quiero compartir con ustedes:
Se trata de atreverse: Muchas veces, es nuestro ego y el miedo al “qué dirán” lo que nos detiene. Pero cuando lo dejas al lado, abres puertas a experiencias increíbles.
Amo crear: Este proceso me ha ayudado a conectar con una parte de mí que desconocía.
Compartir me llena: Me encanta recomendar libros, podcasts y reflexiones que me han servido. Saber que algo que compartí le fue útil a alguien más es profundamente gratificante.
Me encanta conectar. Disfruto profundamente crear vínculos y ayudar a las personas de una u otra forma. Cuando logro conectar a dos o más personas y de esa conexión surge algo positivo, siento una gran satisfacción
Los números no definen la felicidad: La obsesión por los resultados puede desenfocarte de lo realmente importante: el impacto, por pequeño que sea. Mi amiga Hilla me lo recuerda constantemente y gracias a ella no he dejado de hacer el podcast por las razones equivocadas.
Escribir me centra: Me ayuda a reflexionar, organizar mis pensamientos y sentirme más conectada conmigo misma.
Le sigo teniendo miedo al fracaso: pero le tengo mas miedo al arrepentimiento de dejar de hacer algo por miedo.
Tengo un autorregulador interno: el desbalance me afecta profundamente. Cuando uno de los aspectos de mi vida (familia, trabajo, salud, amigos, etc.) empieza a ocupar un porcentaje desproporcionado, me siento fuera de equilibrio y eso me incomoda. Especialmente si el trabajo consume el tiempo que debería dedicar a mi familia, a llamar a quienes quiero, a hacer ejercicio o a cuidarme a mí misma, siento un remordimiento, como una señal de que algo no está bien. En esos momentos, hago una pausa y vuelvo a alinear mis decisiones con los valores que guían mi vida.
¿Qué aprendiste tú este año?
Un Deseo para el Año Nuevo
Mi mayor deseo para ustedes en el próximo año es que puedan vivir una vida alineada con sus valores. Cuando nuestras decisiones reflejan lo que realmente importa para nosotros, la vida se siente más auténtica y plena.
Y para quienes estén interesados en explorar este camino, estoy muy emocionada de anunciar que pronto ofreceré un curso promocional sobre cómo alinear tu vida con tus valores y vivir desde lo que te impulsa. Espero que pueda ser una herramienta útil para iniciar el año con intención y claridad. Mas adelante les doy mas detalles.
Con cariño,
Gaby
Escucha el nuevo episodio de A Cada Paso Podcast